En febrero de 1994 Prili. L. L. que contaba 72 años, era hipertensa y sufría una cardiopatía se dió un pequeño golpe en el 4º dedo del pie izquierdo, el cual en seguida se inflamó y dió un aspecto preocupante a la pierna.
El 1 de marzo, Viernes Santo aquel año, su cuñada la acompañó al Centro de Salud de Zamora, donde le realizaron una primera cura y le aconsejaron que al día siguiente fuera al Hospital de Zamora, donde le diagnosticaron, además de la lesión del dedo, una isquemia intensa (disminución del riego arterial), en ambas piernas.
Ante la gravedad del caso y la necesidad de valoración de la posibilidad de salvar alguna de las dos piernas es remitida al Hospital Clínico Universitario de Salamanca donde, debido a las listas de espera no será atendida hasta finales de julio de dicho año y donde fue diagnosticada de isquemia intensa en grado máximo en ambas piernas, siendo más crítica la derecha.
A primeros de agosto queda ingresada y se le realiza una arteriografía, entre otras pruebas, que confirman el diagnóstico y la gravedad de las lesiones.
EL 18 de ese mes se la comienza a preparar para una cirugía, consistente en intentar salvar, gracias a un puente arterial, la extremidad menos afectada, es decir, la izquierda, así como la amputación del 4º dedo que ya presentaba signos evidentes de grangrena. Una vez comenzada la intervención se comprueba que no es viable, ya que las arterias presentan un aspecto totalemente acordonado, sin casi paso de sangre, lo que hacía inviable el pontaje.
En los días siguientes la evolución es muy desfavorable, por lo que el día 31 el Servicio Médico, dedide la amputación. Ese mismo día, su hermana V. tuvo que volver a Zaragoza a atender a otro familiar que se hallaba también aquejado de una enfermedad.
En la tarde del día siguiente, 1 de septiembre, su hermana V. junto con una amiga fueron a la Residencia de la Angélicas, a rezar ante al tumba de la Madre Genoveva, a la que le tenían una gran devoción, a la que, según su propio testimonio le pidió: «que le cuides la pierna a Prili., que no se la corten, porque vive sola y está bastante mal del corazón también. Tú, Madre Genoveva, que tuviste tanto sufrimiento en tu vida, que viviste con una pierna cortada, haz que no se la corten a Prili, porque está sola, no tiene a nadie».
Por la noche, al llegar a casa llamó a Salamanca, a preguntar por como había ido la amputación y la informaron del súbito cambio. Coincidendio con su oración desaparecieron las lesiones de los tejidos, la fiebre y el dolor. y a los 3 días fue dada de alta.
La pierna izquierda se había salvado, pero la derecha, considerada por los cirujanos, insalvable desde el primer momento, también.
Ante el Tribunal ecelsiástico acudieron, Prili, su hermana, los médicos y una enfermera. La documentación comprende la historia clínica de los tres centros y fue entregada en Roma en julio de 1999, y tras un minucioso proceso donde intervinieron 5 médicos especialistas, en junio del 2001, la Consulta médica de la Congregación para la causa de los Santos, declaró por unanimidad que: la curación de Prili. L. de su «isquemia crítica grave del miembro inferior izquierdo complicada del cuarto dedo del pie de la paciente con grave obstrucción vascular de los miembros inferiores» ha sido «repentina, completa y duradera y científicamente inexplicable».
En febrero del 2002 los Cardenales y Obispos de la Congregación para las Causas de los santos confirmaron también unánimemente el carácter milagroso y atribución a la Beata.
2 comentarios:
Gracais por su comentario muy interesante los santos sonmuy buenos intercesores indas en oración
Dios todo lo puede y siempre escucha a sus escogidos. Gracias por esta entrada de hoy. Un abrazo!
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